¡Oh genital peludo,
que entre las piernas estorbas!
Cuelgas sin pudor ninguno
entre ingles, nalgas y corvas.
Algún rasurado genital
adorna el cipotal
mas el picor es exagerado
en cuanto crece lo depilado.
Hay huevos gordos y estirados,
los hay pequeños y escondidos,
enormes, descompensados,
secos, rojos y escocidos.
Es menester el cuidado
de zona tan delicada
no gusta el pantalón apretado
ni la prenda en exceso holgada;
mas según del dueño el estilo,
están libertos o bajo el culo metidos.
Algo que parece fascinar
al masculino personal
es la efusiva recolocación
del miembro y guarnición.
Aunque tampoco hay que olvidar
un clásico primordial
¡De huevos una gran rascada!
típico gesto donde los haya.
La mano en los bajos colocada
y de arriba a abajo una fricción exacerbada.
¡Oh genital pendiente,
que entre las piernas habitas!
Peludo o pelado ornamentas
el bajo vientre y su cosita.
¡Oh centinela de la simiente!
Siempre vistoso, nunca ausente.
¡Oh testículo majestuoso!
Siempre respetado como en los bosques el oso.
Pequeña postada:
Y si alguna vez te osan preguntar
¿los huevos, cómo te gustan más?
No dudes en dar respuesta
a pregunta tan apuesta
y con la mano en el mentón
responde con una sonrillisa:
"Aquí, rebotando en la barbilla"